martes, 3 de febrero de 2015

Tarta Avión de Combate F-18

31/01/2015

La idea de esta tarta fue concebida en el cumpleaños al cual llevé la Tarta Tanque, pues otro amigo, cuyo cumpleaños se acercaba, me dijo que el quería una tarta avión, y estuvimos pensando como poder hacerla...

Obviamente, no podía decirle lo que estaba rondando por mi cabeza ¡pues era su tarta sorpresa!

Días después, realicé un croquis de cómo iba a intentar hacer la tarta.


La idea era, dado que somos futuros ingenieros aeronáuticos, crear un avión de caza F-18 a medio construir, dejando ver elementos que conforman la estructura interna del avión (los perfiles aerodinámicos y los largueros del ala) o un motor a la vista, por ejemplo, emocionante para cualquier ingeniero un poco freak :P

Para realizar tal proyecto, tuve que pensar en diversas técnicas de repostería, que combinadas me llevasen al resultado deseado. Por ello, decidí que la mejor forma de realizar el ala a medio construir, era utilizar galletas de mantequilla y canela caseras cortadas con forma de perfiles aerodinámicos.

Procedí a preparar la masa de las galletas, fundamentalmente, amasar a mano una espesa masa de mantequilla, azúcar, harina, huevo y canela hasta conseguir que ligase todo bien.


Tras ello, lo teñí ligeramente de un tono azulado y lo estiré bien con un rodillo entre dos papeles de horno (perfectos para evitar que la masa se pegue).


Tras meter la masa en la nevera durante una media hora (solidificada se trabaja mejor), procedí a cortar las formas de perfiles aerodinámicos con un cuchillo, buen pulso y paciencia. Los metí al horno a 180º durante 12 minutos en sendas bandejas de horno y obtuve unas bonitas galletas con la forma adecuada.


Aproveché la masa, y a parte de los perfiles aerodinámicos y de los largueros, realicé los timones de dirección y de profundidad del avión.

Mientras las galletas se enfriaban, preparé cobertura de chocolate blanco para bañar las galletas (muy recomendable utilizar un poco de leche al fundir el chocolate blanco, que tiene la manía de secarse en exceso al ser calentado).


Procedí a dar un baño de chocolate blanco a todas las galletas, y las dejé secar sobre papel de horno.

Las introduje en el frigorífico una vez secas. A continuación, preparé la masa de los bizcochos que formarían la estructura principal de la tarta.


Realicé un bizcocho de canela teñido de rojo y un bizcocho de limón, teñido de amarillo. Tras dejarlos atemperar, procedí a laminarlos para insertar relleno.


Y realizar algunos cortes para obtener la preforma principal de la tarta.


Tras varios cortes y eliminaciones de material, empecé a obtener la forma deseada (es como escupir en roca, pero sobre un blandito bizcocho).



Con el fin de emborrachar la capa intermedia de bizcocho de limón con un almíbar (también de limón) para dotarle de una mayor jugosidad, puse a hervir a fuego medio agua con azúcar con cáscara de limón.


No es fácil hacer un buen almíbar, justo quedarse en el punto en que empieza a espesar (por evaporarse parte del agua) y antes de que llegue a caramelizar (de hecho, tuve que repetirlo...). 

Por otro lado, monté trufa (con bastante cacao) para rellenar las interfases entre un bizcocho y otro. Y procedí a montar la tarta: capa de bizcocho de canela, trufa untada, bizcocho de limón, emborrachar esa capa con el almíbar, trufa untada y una última capa de bizcocho de canela.


Lo metí en el frigorífico bien cubierto con film (¡cuidado con las neveras modernas que extraen la humedad, pueden resecar el bizcocho! hay que cubrirlo bien para evitarlo).

Tras ello, trabajé fondant, amasándolo y tiñéndolo de un tono azulado (te ahorras una sesión de gimnasio, es un buen trabajo de antebrazo...), este fondant conformaría el fuselaje del avión.


Empecé a cubrir el avión.


Pinté detalles con un lápiz pastelero de chocolate para darle mayor realismo.



Se observa el semiala a medio construir conformado por galletas de canela bañadas en chocolate blanco, y el resto del avión compuesto de bizcochos rellenos con trufa y almíbar, todo bajo un fuselaje de fondant fino.


Visité (como ya es tradición) la tienda de chucherías a la que suelo ir para construir diversos detalles, como cables, con lenguas de golosina, y los motores, con nubes de azúcar en forma de pincho moruno.


Coloqué un cableado en la parte izquierda a medio construir del avión y el motor de nubes de azúcar que queda a la vista.


Por el otro lado, realicé perforaciones con una pajita de refresco e introduje golosinas recortadas con forma de misil (no olvidemos que se trata de un avión de combate al fin y al cabo).


Tras colocar los timones de dirección y de profundidad de galleta:


Y, aprovechando las chucherías restantes, realicé sendas bombas de golosina y un motor extra:




Y, finalmente, una vez catada, el resultado por dentro:



Ahora, ¿qué loca idea será la siguiente? :P