martes, 24 de marzo de 2015

Tarta Barco Pirata

21/03/2014

¡JO JO JOO pequeños grumetillos, soltad amarras y arriad velas!

Objetivo: surcar los mares sobre esta tarta Barco Pirata acechando a todo barco que se precie, vamos a ello:

En primer lugar, nos hicimos con un molde de silicona (no se pega nada nada) con forma rectangular para que los bizcochos tuviesen la forma adecuada. Así como con una base rígida forrada de papel de aluminio para poder transportar bien la tarta.

Cocemos un bizcocho rectangular de canela, otro de limón, otro de chocolate y otro de vainilla, esperamos a que se atemperen, los juntamos y con la ayuda de un cuchillo comenzamos a dar forma de casco de barco.


Montamos nata para hacer trufa, la untamos en las interfases de los bizcochos, "construimos" las cubiertas de proa y el castillete de popa del barco pirata y las colocamos.


Con cilindros de barquillo hacemos la hilera de cañones en babor y estribor del barco. Y con cobertura de chocolate cubrimos las cubiertas.


A continuación, con mucha paciencia y no menos destreza, vamos adhiriendo con chocolate fundido kit kats a modo de tablones en toda la superficie lateral del barco, para simular los maderos que la compondrían (y ya sabemos, que estas chucherías a todos gustan...)


Para evitar que se desmontasen los "tablones" de chocolate pusimos unas cuerdas auxiliares mientras en chocolate solidificaba, para después retirarlas.


Por otro lado, compramos una hoja tamaño Din A4 de papel comestible (aviso que no es barata) que se convertiría en las velas del barco. Pintamos a mano con colorante comestible en gel figuras piratas, como la calavera con tibias cruzadas o un garfio pirata...




Mientras esperamos que el colorante alimentario seque, nos pusimos a crear las figuritas de fondant que darían vida al Barco Pirata. Entre ellas: dos aguerridos piratas, tiburones hambrientos, el timón del barco, el loro y, por supuesto, una sirena...



La sirena no es que sea una belleza de cara... 


Con el fondant sobrante (compramos 1 kg, así que sobró una cantidad considerable) hicimos un enbravecido mas alrededor del barco...


Con un poco de colorante rojo perfilamos lo que serían los tablones de las cubiertas.


Empezamos a crear la escena que se desarrollaría... ¡OH, DIOS MIO! ¡HOMBRE AL AGUA! ¡CUIDADO CON LOS TIBURONES! (me parece que alguien se va a dar un festín...)


Mientras el capitán, con su fiel loro sobre el hombro, sigue impasible al timón de su barco...



Todo barco que se precie ha de tener un mascarón de proa, y no va a ser menos en este caso. Este barco no tiene ni más ni menos que ¡una sirena!


Una vez colocadas las velas, el barco está casi listo para salir a surcar los mares...



Una vez presentada la tarta, todos disfrutaron tanto del espectacular resultado como de la degustación.



Junto a la Tarta Cofre del tesoro...



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