Como no podía ser de otra manera, en Semana Santa toca hacer unas ricas torrijas tradicionales de leche y canela.
Es una receta muy sencilla, pero por otro lado, ensucia bastante, así que hay que reservar un poco de ganas para limpiar bien al terminar.
Vamos con los ingredientes que empleamos (hicimos muuuuchas torrijas):
- 1 kg de pan de torrija de molde (recomiendo comprarlo mejor en barra de la panadería)
- 2.5 litros de leche (la leche entera da más sabor)
- 5 ramas de canela
- canela en polvo
- aceite (en abundancia para freír)
- 5 o 6 huevos
- 250 gr de azúcar
Se deja enfriar mientras batimos un par de huevos en un plato hondo que usaremos para rebozar las torrijas una vez bañadas en la leche. Una vez fría la leche, se sumerge el pan y esperamos a que se empape bien (recomiendo utilizar paletas del tamaño del pan para cogerlo bien).
Una vez bien empapadas, cubrimos de huevo ambas caras de las rebanadas de pan y las llevamos a una sartén amplia con aceite caliente.
Mientras se fríen por ambos lados, preparamos una mezcla de azúcar y canela en polvo para rebozarlas una vez fritas y atemperadas.
Tras freírlas, las dejamos unos minutos sobre papel absorbente para evitar que acumulen aceite, y las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela en polvo.
A mi personalmente, me gusta hacer un poco de almíbar para que conserven su jugo según pasan los días. Para ello ponemos en una cazuela un par de tazas de agua y un par de tazas de azúcar, y cuando transcurran dos minutos en ebullición retiramos del fuego y dejamos enfriar. Así conseguimos un almíbar fluido perfecto para empapar bizcochos o torrijas en este caso.
