sábado, 17 de enero de 2015

Tarta Tanque

16/01/2015

¡Soldados! Tenemos la misión de construir un tanque, sí, habéis oído bien, ¡un tanque!

Esta tarta la hice para un buen amigo por su cumpleaños, dado que somos aficionados al Airsoft, que mejor tarta personalizada que ¡UN TANQUE DE COMBATE!

 Obviamente, le encantó, que para eso se hizo. Tanto a él como a los que le hincaron el diente.

Vayamos por pasos:

Antes de nada, realicé un croquis de la idea que tenía en mente:


Como me niego en rotundo a cubrir completamente una tarta con fondant ("plastilina" de azúcar) para evitar sobrecargar de dulzor la tarta. Estuve pensando como crear una cobertura de color para la tarta, y se me ocurrió emplear cobertura de chocolate blanco teñido con colorantes alimentarios líquidos.

Estuve haciendo pruebas de la cobertura de "chocolate verde" sobre una magdalena con buenos resultados.


Por otro lado, me puse a modelar las figuras de fondant que compondrían la cómica escena que tenía en mente.




Hice un muñeco de fondant por cada uno de los compañeros de Airsoft que asistíamos al cumpleaños, ¡todos teníamos que aparecer en la tarta!

Y por supuesto, réplicas de fondant de las réplicas de Airsoft:


Tras esto, procedí a preparar y cocer los bizcochos que compondrían las múltiples capas de la tarta: un bizcocho de chocolate y otro de naranja.



Ambos bizcochos con la mitad de la cantidad de azúcar recomendada, con vistas a compensar ese déficit de azúcar con otros elementos como almíbar (para dar jugosidad), trufa (nata montada con cacao), etc.

Procedí a cortar el bizcocho de chocolate por la mitad y a allanar la superficie superior del de naranja. Al igual que recorté un poco los bordes laterales para hacer una forma rectangular en planta.


Como era consciente de que el bizcocho puro puede resultar un poco seco, aun estando cocido al punto, decidí impregnar de almíbar sabor naranja la capa de bizcocho de naranja. Mientras se enfriaba el bizcocho recién cocido de limón, canela y pepitas de chocolate que conformaría la torreta del tanque.



Preparé trufa, montando nata con azúcar y cacao, para rellenar la interfaz entre la capa de naranja y de la superior de chocolate (¡bendita batidora eléctrica con varillas!).


Y realicé el montaje y los cortes biselados para dar la forma de tanque deseada.



Lo metí en la nevera y procedí a hacer las ruedas que compondrían las ruedas de oruga con galletas oreo. Perforando una a una un agujero en su centro para ensartarlas en los ejes que las portarían (Truco para perforar galletas sin que se hagan añicos: mojar la punta del palillo que emplearemos para perforarlas, de esta forma se humedece la galleta reblandeciéndose).


Tras esto, me dediqué a hacer la cobertura de chocolate verde, en varios tonos para cubrir el tanque de camuflaje.




Mientras se solidificaba la cobertura de chocolate verde en la nevera, probé a hacer las escenas de muñecos de fondant.

Esta primera me representa a mi, tomando el sol bajo una sombrilla ignorando la situación, mientras un amigo trata de avisarme desesperadamente de que se aproxima un tanque enorme directo a nosotros:


Esta otra representa al cumpleañero, que conduce el tanque en dirección a nosotros empuñando una ametralladora multitubo que conseguí hacer con un afortunado regaliz con la forma adecuada.


Tras solidificar la cobertura de chocolate verde camuflaje, procedí a ensartar las rueditas en los ejes (palillos de pinchos morunos). Y añadí alguno detalles de fondant, sólo detalles porque no me gusta abusar del fondant.


Las ruedas de oruga las hice con lenguas de golosina.


Con un lápiz pasteleros (chocolate gelificado) escribí el nombre del tanque y realicé algunos detalles.


Hice el montaje de la figura de fondant del cumpleañero a medio pintar sobre la torreta.




Finalicé el pintado de las figuras de fondant con colorantes en gel (más caros y mejores que los líquidos). Las figuras que nos representaba a sus amigos y compañeros de Airsoft las refrigeré en un tupper.


A la hora de elegir el cañón principal del tanque estuve barajando entre varias posibilidades: probé con un manojo de mikado, pero no me parecía un tanque, sino más bien un antiaéreo.


Por lo que decidí hacer una visita a la tienda de golosinas más cercana (ya conocen mis locas ideas de tartas y se esperan que les vaya con cualquier pedido extraño) y compré un regaliz ancho y hueco sabor fresa que partido por la mitad y rigidizado con palillos morunos quedó perfecto.



¿Un cañón doble? ¿POR QUÉ NO?

Y finalmente, tras transportar con sumo cuidado en coche la tarta, monté in situ (en el lugar de celebración del cumpleaños) la escena con las figuritas de fondant:



Todos huyendo de la locura que poseyó al cumpleañero debida a la emoción de conducir un tanque enorme. De hecho, uno tuvo la mala suerte de ser parcialmente atropellado por la rueda de oruga...

1 comentario:

  1. Doy fe de que estaba buenísima ! Y el recuerdo para siempre ! Artista !

    ResponderEliminar